viernes, 9 de agosto de 2013

Rompiendo rutinas....

Rompo. Hasta hoy no había sido consciente de lo hermosa que es esta palabra. Al contrario la percibía como algo negativo. Si rompo algo estoy haciendo mal. Me van a regañar. Ya metí la pata. Pero en cuanto borro todo ese enmarañado de mensajes negativos inculcados desde la infancia se abre un mundo de posibilidades con esta maravillosa palabra.
 
Para mi romper es sacudir, salir de lo establecido, de lo usual, de lo normal, de la regla, de lo que se supone que hay que hacer, de lo que esperan los demás de mí.
 

 
En definitiva, salir de mi caja, de mi sofá confortable, de mi zona de confort, de mi almohadón de plumas y mojarme el culo, bien mojado, con barro si es preciso.
 
Definamos qué es la zona cómoda: aquel lugar que nos permite hacer una y otra vez, una y otra vez lo mismo, siempre lo mismo, no permitiéndonos explorar y conocer las posibilidades y nuestro potencial. Por tanto nos convertimos en una versión muy limitada de nosotrxs mismxs.
 
 
Riesgos que corro siguiendo en mi zona cómoda
 
- No podré conocerme a mí mismx.
- No podré conocer mi potencial.
- Me cierro a posibilidades,  oportunidades y nuevas experiencias.
- No creceré como persona.
 
Riesgos que corro saliendo de mi zona cómoda
 
- Me saldrán agujetas porque tendré que mover músculos que nunca he utilizado. Por lo que te sentirás un tanto incómodx.
 
 
Pon en una balanza y valora. Todxs estamos muy calentitxs y cómodxs en el sofá, pero a veces hay que levantarse y explorar la vida.
 
¿Para qué salir de la comodidad?
 
Para movilizar energía, desatascarme, renovarme, salir del estancamiento, airearme, nutrirme, salvarme....
 
Creo que es una hermosa manera de explorar, de conocer nuevas posibilidades, caminos, de conocerme más a mi misma, ponerme retos, dar lo más de mi persona,  seguir avanzando y romper la inercia. Además es la mejor manera de vivir experiencias diferentes y descubrir la magia de la vida.
 
Es necesario que vibremos con nuestra vida. Si sientes que estás estancadx, que tu vida se torna gris, que no hay salida, si te aburres, si sientes hastío....Estás en tu zona cómoda.
 
 
 
¿Y cómo se rompe?
 
Lo básico es empezar, ahí está la clave. Da lo mismo cuál sea el primer paso, lo importante es movilizar la energía estancada. Por lo tanto, muévete, sal de tu rutina, da lo mismo lo grande o pequeño que sea ese primer paso. Haz algo nuevo cada día, por ejemplo hablar con personas diferentes, expresar tus emociones, ir a lugares distintos, cambiar la rutina...Mueve y rompe tu molde, porque solo así sabrás quién eres y qué quieres.
 
 
Si siempre haces lo mismo ¿cómo sabrás que lo que haces es lo que realmente quieres hacer?
 
Rompe moldes. Arriesga. Vive. Vibra. Descubre tu autenticidad.

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