jueves, 21 de febrero de 2013

Con la mente a nuestro favor...

¿Qué guardo en mi mente? 
 
Me tomo unos minutos y los dedico a observar. Entonces me doy cuenta de todo lo que guardo ahí dentro. Hay de todo, de todas las épocas vividas, desde mi niñez, pasando por la asolescencia y juventud. Imágenes variadas, recuerdos maravillosos, otros que no lo son tanto, pensamientos repetitivos, obsesivos, pensamientos sublimes o de otro plano, creencias negativas y positivas sobre mí, sobre los demás, ideas geniales, ideas locas, ideas absurdas, canciones que se repiten sin cesar, frases, palabras, sonidos, olores, sabores, colores, nubes negras, brisas ligeras, garrapatas, luciérnagas.......y un largo etcétera.
 
 
Y ¿qué hago con todo ese batiburrillo ahí dentro? ¿Para qué quiero todo eso?
 
Y más importante aún ¿qué alimento? ¿Le doy pan a lo positivo o a lo negativo?
 
Voy a centrareme en uno de nuestros habitantes mentales, las CREENCIAS.
 
Las creencias son ideas, valoraciones, opiniones, juicios y prejuicios que tenemos acerca de la vida en general y de nosotrxs en particular. En definitiva, son etiquetas que nos ponemos a nosotrxs mismxs, a los demás y a las distintas áreas de la vida: laboral, social, personal, sentimental, ocio, sexual....

Dentro de cada unx de nosotrxs tenemos dos tipos de creencias:
 
- Creencias limitantes. Este tipo de creencias son las que nos limitan, nos incapacitan y no nos dejan avanzar en nuestra vida. Son etiquetas del tipo: "No valgo nada", "Nunca podré...", "No sé ....", "No me merezco...", "Siempre me han dicho que yo no...." y muchas más.  Rondan en nuestra mente desde que somos chiquitines, pues de una manera u otra nos las han inculcado con frases o comentarios diversos. Y salen a flote cuando sentimos que hay que hacer algún tipo de cambio o se nos pone a prueba o nos ponemos nosotrxs a prueba, o tenemos que hacer algo diferente de lo que venimos haciendo...Entonces, salen a relucir en nuestra mente como linternas que nos avisan de que eso no es para nosotrxs, que es mejor permanecer sujeto a la creencia. Nos irá mejor y estaremos más segurxs. El peligro, por lo tanto, es identificarse con la creencia. Creer que soy eso que estoy pensando. Sin embargo, no nos damos cuenta que igual que creemos eso negativo podemos cambiar el pensamiento y variar su polaridad hacia lo positivo. Y entonces ¿qué pasaría?. Si en lugar de creer que "No valgo nada", empiezo a creer "Cada día valgo más". ¿Cómo influiría en nuestra vida? Seguramente cambiaría nuestra percepción de nosotrxs, de la vida y de lxs demás. Simplemente pensando diferente, explorando posibilidades dentro de nosotrxs y rompiendo patrones.
 
- Creencias potenciadoras. Son las etiquetas que nos capacitan, nos dan poder, nos habilitan...Son del tipo "Yo puedo...""Me siento capaz".."Me lo merezco":...y muchas otras que nos facilitan la vida. Al igual que tenemos creencias limitantes también tenemos potenciadoras.
 
Identificando cuáles son nuestras creencias negativas y positivas tendremos mucho trabajo realizado. Pues simplemente con el mero hecho de tomar consciencia estamos sacando del subconsciente materia que pululaba por ahí sin ser identificada.
 
 
Podemos escribirlas, ponerles nombres, y sobre todo con las negativas y limitantes tratar de buscarle su cara positiva, pasarlas a un lenguaje potenciador. De esta manera predisponemos a nuestra mente a pensar de otro modo, a percibir el mundo con otras gafas.
 
Es importante conocer que todo lo que creamos en nuestra mente lo creamos en el mundo material, primero en emociones (lo que pienso provoca en mí unas emociones) y en nuestros actos (como pienso actúo)
 
Por tanto, creando diferentes creencias sobre nosotrxs y sobre la vida, podremos crear otra manera de ver el mundo y de vivirlo.
 

Y tú ¿qué creencias tienes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario