jueves, 27 de diciembre de 2012

Cómo limitan las expectativas???!!!!!!!

Nos movemos entre los sueños y lo real. Hay diferentes áreas en las que moverse y según visitemos más unas que otras nuestro ser se inclinará más por uno de estos grupos:

- Las personas SOÑADORAS: viven y se alimentan de los sueños. Adoran volar con su imaginación a lugares insospechados, marcarse mil aventuras, romances, volar y volar.....Les resulta difícil pisar tierra.

- Las personas REALISTAS: por el contrario prefieren pisar tierra firme para no marearse . Son más de ponerse a la acción. Emprenden rápidamente los proyectos e ideas.

- Las personas SOÑADORAS-REALISTAS o REALISTAS-SOÑADORAS: mantienen un equilibrio entre ambos polaridades. 

Es en esta mezcla - que todxs hacemos entre lo real y lo soñado - donde aparecen las frustraciones. Y justamente en el área de lo imaginado es donde ideamos nuestras expectativas que no son otra cosa que aquello que esperamos que suceda. Imaginar y soñar nos hace avanzar, crecer, aprender, mejorar, salir de la zona de confort....Gracias a la imaginación concebimos nuevas ideas, proyectos, novelas, cuentos, películas, romances, aventuras, viajes.... Sin embargo ¿por qué nos frustramos? o mejor aún ¿cuándo nos frustramos? Justamente cuando nuestras expectativas o esperanzas de que algo suceda sencillamente no ocurre tal y como hemos soñado. Por tanto cuando nuestras EXPECTATIVAS son RÍGIDAS y/o POCO REALISTAS  es cuando corremos más riesgo de caer en la tan temida frustración. 




Podemos poner en siguiente ejemplo:

Persona que siempre soñó con convertirse en una bailarina de prestigio en una compañía de ballet internacional. Ha tomado clases durante unos años cuando era pequeña, lo dejó no retomándolo y ahora una vez cumplidos los 40 años siente una enorme frustración por no haber realizado su sueño.  Siempre ha sido su pasión y su sueño. ¿Qué ha pasado aquí? Esta persona mantiene una expectativa del pasado y obsoleta por lo tanto se convierte en rígida y poco real. Justamente es esta expectativa la que le produce la frustración. Por tanto, precisa urgentemente revisar su expectativa adaptarla a la situación real y a sus circunstancias personales. Con una simple revisión de su satisfacción con su situación actual en las diferentes áreas (Rueda de la Vida) esta persona podría averiguar dónde se encuentra y hacia dónde quiere ir. Aquí es donde podría intervenir el acompañamiento de un/a Coach para aclarar las zonas oscuras y más farragosas y reforzar las zonas de luz.

Una vez que esta persona actualice su expectativa dándole un cariz más auténtico, sin olvidar la parte del sueño y lo imaginario, es cuando la frustración bajaría considerablemente. En este caso por ejemplo podría apuntarse a clases de ballet en una academia, retomando su antigua pasión.

Otro factor que ayuda a aumentar dicha frustración es la cantidad de expectativas que nos marcamos a lo largo del día y de nuestra vida. Por tanto, además de la calidad en las expectativas también interviene la cantidad. Cuantas más expectativas mayor nivel de frustración siempre y cuando no sepamos gestionar esta frustración o este desparrame de expectación.

Podemos mencionar otro factor más que sería la intervención y responsabilidad que tenemos en el cumplimiento de las expectativas, es decir, si la realización de las mismas depende más de lxs demás que de nosotrxs.  Cuanto más podamos intervenir menor será la frustración siempre y cuando no tendamos a voltear nuestras responsabilidades en lxs demás. Por tanto, es importante que cada unx nos responsabilicemos de nuestras propias acciones y decisiones.

Un último factor sería la capacidad que tengamos de gestionar o resistir la frustración. Si es elevada dismuye la probabilidad de frustración y si el baja ésta aumentará. Vivimos en una sociedad en la que no se permite sentir frustración y esto hace que la veamos de manera negativa. Sin embargo, esto no es así, la frustración hay que observarla pues de este modo nos daremos cuenta de lo que hay detrás, de lo que nos está avisando. Si algo no sale como esperábamos existen dos opciones: o que lo que esperábamos se separaba de lo posible o que el plan de acción no era el más adecuado. Por tanto, siendo conscientes de esto podemos intervenir bien readaptando nuestras expectativas o bien planificando y accionando de otro modo.

Resumiendo, los factores que pueden intervenir en nuestra frustración son:.

CALIDAD de las expecativas + CANTIDAD de las expectativas + RESPONSABILIDAD e INTERVENCIÓN + GESTIÓN DE LA FRUSTRACIÓN



 
CONCLUSIÓN: Si tomamos consciencia de estos factores seremos capaces de aumentar nuestra resistencia a la frustración. Por tanto nos convendría revisar, actualizar e ir adaptando nuestras expectativas a las circunstancias para de este modo evitar encontrarnos atascadxs en nuestras frustraciones. Cuanto más flexibles y adaptadables sean nuestras expectativas más probabilidad tendremos de disminuir la frustración.  Todo ello sin olvidar el mundo de los sueños, eso nunca pues son necesarios para que sigamos evolucionando, creciendo y son motor de nuestra vida. 

Ahora vienen las preguntas poderosas que nos hacen salir de nuestra zona cómoda:
 
¿Cómo intervienen las expectativas en tus frustraciones? ¿Qué tipo de expectativas te marcas? ¿Son fijas o flexibles o adaptables? ¿Son internas o las depositamos a lxs demás? ¿Cuántas expectativas te marcas a lo largo del día? ¿Cuándo aparece la frustración? ¿Cuál es tu nivel de resistencia frente a la frustración? ¿Cómo puedes bajar el nivel de frustración? ¿Qué herramientas tienes en tus manos para hacerlo? ¿Cómo sería no tener expectativas?
 
Ánimo y cualquier cosa estoy por aquí!!!
 

 

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